domingo, 14 de julio de 2013

Entrenamiento contra ALVZ FC

El viernes recibíamos la visita de nuestro compañero ALVRZ desde argentina. Cuando le visitamos nosotros nos quedamos encantados tanto por el trato de los anfitriones como por el entorno de ensueño y la bella ciudad de Bariloche. Entonces decidimos invitarles a que conocieran nuestra ciudad, Santander, e hicemos coincidir su visita con la celebración de los Baños de Ola, fiesta declarada de interés turístico nacional. 
Los baños de ola empezaron a denominarse así cuando, en realizarse cuando en 1847 se estableció una corriente socio-sanitaria que reconocía como balsámicos los efectos del baño en el agua marina, pero no fue hasta comienzos del siglo XX cuando llegó a las playas de El Sardinero la fama por esta terapia, aumentada, sin duda por la familia real española, al establecer oficialmente su residencia veraniega en el palacio de la Magdalena.

Hoy esta fiesta se celebra con distintos actos musicales, dramáticos y comerciales, todos ellos ambientados en la época de mayor esplendor de esta fiesta. Casetas con productos típicos de la época, largos vestidos de los años veinte, hacen que los visitantes disfruten de un ambiente distinto al actual durante todo el día el El Sardinero.

Nuestros anfitriones llegaron cansados después de más de 8 horas de vuelo, y les alijamos en el hotel Sardinero, recientemente remodelado, a escasos 25 metros de la línea de playa. Tras del necesario descanso, les invitamos a dar un paseo por la bahía santanderina, visitando Puertochico, el paseo de José María Pereda, el Muelle de Maliaño y la ubicación del centro Botín, actualmente en obras.
Para comer habíamos reservado mesa en la marisquería La Mulata de Puertochico, donde de gustaron un sabroso arroz con bogavante, anchoas de Santoña, y una gran variedad de marisco al gusto. Con esta copiosa comida pretendíamos, pícaros nosotros, que no estuvieran en las condiciones óptimas para disputar nuestro partido, pero tras el traslado a nuestras instalaciones, comprobamos que nos salió el tiro por la culata. Parece ser que el cocinero no siguió nuestras indicaciones, y cocinó como lo hace para nosotros. El resultado fue una gran cantidad de energía en nuestro rival que nos pasó por encima en el partido.

Pero estábamos de celebración, y esta siguió por la noche. Acudimos todos juntos de nuevo a los jardines de Piquío a continuar con los eventos de los bañas de ola.
Nuestro invitado decidió que yá descansarían en el avión, de vuelta a Argentina, por lo que la fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada. A las 5:30 salió su avión hacia Madrid, donde tras una escala, seguirían hasta Buenos Aires. Les deseamos un viaje tranquilo y descansado, con la esperanza de que no les pase factura esta visita en las próximas jornadas.

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